En camino con los niños de la guerra

Unos 5,5 millones de niños se han visto afectados por la guerra en Siria.
Alrededor de un millón de ellos se encuentra atrapado en zonas de difícil acceso a causa de la continua violencia.
Más de dos millones necesitan ayuda médica o tratamiento psicológico.
1,2 millones de niños residentes en campamentos de refugiados en los países vecinos sufren un acceso limitado al agua potable y la comida nutritiva.
Y la muerte ha llegado violenta, temprana y absurda a 8.000 de esos niños.
No podemos seguir nuestro camino ignorando esta realidad.
Es momento de gritar contra la guerra, pero es, sobre todo, momento de rezar por la paz. Y hacerlo desde el respeto profundo a otras formas de creer y a otras formas de pensar.
Es momento de comprometer nuestra vida, nuestro día a día, cada uno de nuestros actos, en una apuesta decidida por la paz. Y la forma de hacerlo es clara: inundar cada unos de nuestros pequeños o grandes conflictos cotidianos de comprensión y perdón, intentar por un momento ponernos en el lugar del que está enfrente, sentir con su corazón, mirar con sus ojos...
Es momento de traer a nuestra vida a cada uno de esos niños, sacarlos de ese rincón en el que guardamos las imágenes que nos duelen o nos incomodan. Es urgente abrir los ojos y los oídos y dejarnos mojar por sus lágrimas y conmover por sus lamentos. Es urgente abrir nuestro corazón y sentir su dolor, saber y sentir que estos niños son nuestros niños.
Taremos hoy cuatro vídeos de poco más de 2 minutos cada uno. Os animamos al pequeño esfuerzo de verlos y al no tan pequeño de exponeros a ellos y sentirlos. Con ellos caminamos esta cuaresma hacia Jerusalén...